Habitantes de Cuautitlán Izcalli se repliegan ante la delincuencia.

Rebeca Jiménez
Corresponsal
El Universal
Martes 09 de diciembre de 2008
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CUAUTITLÁN IZCALLI, Méx.— Al anochecer, la actividad se suspende en el centro de este municipio, como en la zona de taquerías de “La calle del hambre”, en el fraccionamiento Cumbria, donde la mayoría de los negocios han permanecido cerrados durante las últimas semanas, ante el rumor de que “ahí secuestran”, repiten habitantes y un correo electrónico que circula por Internet.

Establecimientos como Brians, Deyabú, Boomers, Blue Sky y El Tropicoso permanecieron cerrados el fin de semana, “por lo que no encontramos donde ‘antrear’ el fin de semana”, relataron Jorge y Luis, un par de jóvenes vecinos de Cuautitlán Izcalli.

La propia policía municipal “desaparece” los fines de semana, afirmó el regidor Karim Carvallo Delfín, “y cómo no iban a hacerlo, pues trabajan sin equipo de seguridad, con uniformes raídos que les dieron el trienio anterior, muchos de ellos con salario de 3 mil pesos al mes y sin gasolina para las patrullas”.

Los habitantes de la llamada “ciudad modelo” viven en sicosis por una ola de extorsiones telefónicas a directores de escuelas, restaurantes y comercios. Muchos de ellos optaron por reducir sus horarios de operación, cerrar sus puertas y adelantar vacaciones.

El Ejército patrulla las calles y estableció retenes en diversos puntos. Para el alcalde David Ulises Guzmán, este es un estado provocado por sus detractores y por la ausencia de apoyo del gobernador Enrique Peña.

De agosto de 2006 a la fecha, el titular de Seguridad Pública municipal ha cambiado en seis ocasiones: Antonio Izquierdo, Ulises Navarrete, Diego Mercado, Antonio Enríquez, César Payán, y actualmente en calidad de “encargado de despacho” está Alejandro Aguilera Ramírez, lo que “muestra una ausencia de estrategia policial”, apuntó el regidor.